A lo largo de la madrugada,
cuando mi mente reposa y descansa,
deja un camino abierto al corazón;
corren por el…, ávidos de salir,
sentimientos que aletargados dormían,
y en la cueva del tiempo se perdían.
Estrellas de la noche, se cruzan a mi paso,
iluminando mis sueños,
que plenos de caricias, en noches como esta,
a tu piel me recuerdan.
Y por momentos…,
me embriaga el recuerdo de tu aroma,
que inventado en mi mente,
inunda mi cuerpo, echando atrás el tiempo,
y me trae tu presencia…, tus caricias…,
tu ternura…, y tus besos.
¡Que largos los minutos, mi amor!
en estas madrugadas sin fin;
como deseo que pase el tiempo,
y el alba…,
ilumine de nuevo, el horizonte de mis sueños,
para compartirlos contigo,
en esos breves momentos que la vida nos regala,
cuando en frente tengo tu mirada,
y mi corazón palpita, diciendo:
¡Cuánto te he echado de menos!
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